miércoles, 15 de enero de 2014

Entrega del plan anual de trabajo

En la entrega de este proyecto de plan anual se mencionan puntualmente cuáles son los proyectos a los que queremos darles prioridad durante este año.







lunes, 6 de enero de 2014

Polírica: Nunca más un México sin nosotros.


                                         La libertad es como la mañana. 
Hay quienes esperan dormidos a que llegue,
pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla. 
Subcomandante insurgente Marcos.


A propósito de que el pasado primero de enero se recordó el levantamiento armado en Chiapas del EZLN, que marcó el inicio del debate público de temas de gran trascendencia como son el abuso y marginación que padecen los grupos indígenas, y de esta manera se obligó al Estado y a sus instituciones a realizar una revisión crítica de diversos valores y realidades políticas, sociales y culturales, que no hubieran sido tan contundentemente cuestionados en México de no ser por el movimiento encabezado por el Subcomandante Marcos. La primera declaración de la selva lacandona fue una afirmación de guerra en la que se define claramente quién es el enemigo: El Estado mexicano. En esa declaración de guerra al Estado mexicano, se habla de avanzar militarmente sobre la ciudad de México e ir incorporando fuerzas en el camino. Aquí, el trasfondo y la premura con que se resolvió darle rango constitucional a las peticiones del EZLN, una cuestión política. El entonces presidente de la República, Vicente Fox Quesada ofreció en campaña que resolvería el problema de Chiapas en 15 minutos, y aparentemente los 15 minutos no le dieron tiempo de leer los acuerdos de San Andrés.

Con las justas dimensiones, pienso en Michoacán. El pasado mes de febrero el denominado Consejo de autodefensas hizo una declaración de guerra donde también se define, aunque de manera velada, que el enemigo es otra vez el Estado mexicano, no los delincuentes, sino el estado al actuar siendo omiso en el abuso que han tenido que soportar en las regiones que siguen en llamas (o en tensa calma, para no sonar amarillistas).

 Dice nuestro flamante secretario de gobernación, como quien descubre el agua tibia, que los guardias comunitarios están al margen de la ley, pero no hablan de la falta de capacidad del Estado (con mayúscula) para detener a los grupos delincuenciales que por generaciones han azotado la región. Hoy, ya pretenden callar las bocas con el millón de pesos que en teoría le toca a cada michoacano para volver al estado un lugar habitable y sin olvidar a los 600 comunitarios que se oficializaron.

  Hace 20 años el Estado mexicano se dio prisa a intervenir en la declaración de la lucha armada y le dio una salida (un parche a la Constitución, pero se hizo presente). En Michoacán, nuestros “elegidos” viven y dejan vivir. Aquí los regidores hambriados aprovechan para subirse el salario por aquello de que a río revuelto ganancia de pescadores y nadie parece enterarse de que la gente vive en la zozobra en medio del fuego cruzado. En cualquier casa de la tierra caliente michoacana hay ya más armas útiles que en cualquier comisaría. Ciertamente lo ocurrido aquel 1º de enero de 1994 fue un acontecimiento admirable, porque la gente común decidió organizarse al grito de Nunca más un México sin nosotros. Ayer se recordó a la Constitución de 1917 y me dieron pena sus homenajes, porque no imagino un mejor homenaje que en Apatzingán de la Constitución haya paz.  

Este mes se cumplirá el primer año de que se levantaron en armas los comunitarios en tierra caliente, y con todos los asegunes que quieran, en este país, como en la tierra caliente michoacana los ciudadanos siguen gritando lo mismo que  hace veinte años, lo mismo que no dejaremos de exigir: “Nunca más un México sin nosotros”.

*Vania Montes, es Licenciada en Derecho por la UMSNH, estudió Lengua y Literaturas Hispánicas y actualmente es delegada de la Fundación Cultura en Movimiento en Michoacán.